Relato correspondiente al Módulo 5.
“- La ilusión no se come - dijo ella. - No se come, pero alimenta - replicó el coronel.” Gabriel García Márquez, El coronel no tiene quien le escriba Marcela vive en una pequeño pueblecito costero, en algún lugar de España. Es una niña afable, educada y cariñosa. Adora el mar y su color favorito es el morado. Tiene el pelo rubio y es delgada y menudita. Marcela nació con una leve cardiopatía congénita y a menudo va al hospital. Ella sabe que todo le cuesta un poco más que al resto, pero nunca se quiere quedar atrás. Cada año, Marcela acude a la plaza del pueblo para ver las Olimpiadas de verano que se celebran durante las fiestas patronales. Siempre intenta participar, pero jamás han contado con ella. Desde hace un tiempo, para que deje de molestar, le han asignado la tarea que hace el resto de chicas del pueblo: servir la comida y la bebida que los participantes, en su mayoría, hombres, degustarán tras la clausura del evento. Muchas veces, Marcela había llorado a solas, sabiéndo...